sábado, 27 de agosto de 2011

Laura Kichquie encargada del vestuario de "Pirañas" Critica de "La Nacion"






Vestuario: Laura Kichquie



Pirañas (Speed-the-Plow), de David Mamet, en versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Intérpretes: Gerardo Romano, Carolina Papaleo y José María Muscari. Vestuario: Laura Kichque. Escenografía: Lorena Ditro. Diseño de luces: Roberto Traferri. Música: Javier López del Carril. Dirección: Marcelo Cosentino. Producción general: Javier Faroni. En La Comedia, Rodríguez Peña 1062. Duración: 75 minutos.
Nuestra opinión: buena

Especular con que al público le gusta lo fácil porque brinda un resultado exitoso en materia económica es lo que hace un reciente promovido productor de cine. No tiene otro talento que el de una verborrea que parece desplazar cualquier razonamiento lógico. No importan los contenidos de sus productos, sino la posibilidad de contar la misma historia con nuevas y convocantes caritas.

Este es el punto de partida de esta pieza de David Mamet que, si bien revela la misma sintaxis de otras obras, no alcanza la profundidad de American Buffalo o Glengarry Glen Ross . Pero de cualquier forma se reconoce la pluma del autor en esta sátira sobre personajes hollywoodenses, por el uso de un lenguaje coloquial, por los momentos poéticos (breves, en esta oportunidad), por lo reiteradamente escatológico y chocante, mientras deja volcar una mirada sarcástica con mucho humor. Sus obras provocan en el espectador una reflexión sobre el comportamiento de los hombres que se manejan con una falta de ética y, al mismo tiempo, con la mayor impunidad.

Decidir entre un tema conocido o una pieza que permita raspar la superficialidad e introducirse en disquisiciones que cuestionan la propia existencia humana es la disyuntiva que se le presenta al productor cuando tiene que elegir un guión. No tarda mucho en decidirse, inducido por un ansioso y ambicioso aprendiz de producción que ve en esta película la posibilidad de trepar en la escala laboral. Claro que no iba a contar con la presencia e influencia de una secretaria temporaria que va a cambiar la historia y provocar agresivos enfrentamientos verbales.

Elenco apropiado
Para encarnar a estos tres personajes, el director Marcelo Cosentino acertó en la elección de los actores, por lo que cada uno de ellos pudo aportar. Por este motivo, puede decirse que tanto Gerardo Romano como Carolina Papaleo y José María Muscari son los actores perfectos para esta obra de Mamet.

Romano, por la variedad de recursos que posee para manejarse en los límites extremos y volver a un estado de aparente serenidad que esconde mucho de cinismo. Papaleo aporta sensualidad sin caer en esquemas facilistas. Finalmente, Muscari, quien muestra una acertada ductilidad actoral para componer a su personaje gay, histérico, neurótico, que muchas veces recurre a un registro tan extremo que corre el riesgo de caer en una caricatura.

De la escenografía y el vestuario sólo puede decirse que son los idóneos para esta puesta, con diseños que resultan muy apropiados y atractivos. Otro tanto cabe para la iluminación que no demandó mayor exigencia.

Marcelo Cosentino logra un aceitado tempo para que, a pesar de las reiteraciones del texto, el ritmo de las acciones no decaiga. El mismo cuidado que tuvo para contener a los actores con personajes que hubieran permitido un fácil desborde. .

Susana Freire

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