jueves, 1 de diciembre de 2011

Pelicula "Cuatro de Copas" Cine Argentino, vestuario Laura KIchquie














Sinopsis
Luego de una noche de alcohol, tres amigos de la infancia se ven envueltos por error en el secuestro de la ex novia de uno de ellos. Acosados por un corrupto policía y perseguidos por una banda de mafiosos guaraníes, tienen solo 24 hs. para rescatarla y salvar sus vidas.
La película cuenta, además, con las actuaciones de Federic Luppi,Gerardo Romano.Marcelo Cosentino Pablo Yotich, Gabriela Sari, Anabel Cherubito, Humberto Serrano, Daniel Valenzuela, Diego Pérez, Roberto Peña, Virginia Gallardo, Gabriel Zucarini, Aldana Nonis, Adrián Yospe, Toti Ciliberto, Juan Sedano y el debut cinematográfico de Thiago Cosentino.
Vestuario: Laura Kichquie

sábado, 27 de agosto de 2011

"Papá Querido" vestuario Laura Kichquie





"Papa Querido"
El generador de la situación dramática es el personaje en ausencia del padre. Su muerte ha reunido a los hijos que no se conocían. El personaje del padre es la orientación temática. Deseó para sus hijos la dilucidación de sus propias identidades auténticas y libres. Su postura ácrata lo ha llevado a quitarse la vida y su posición ideológica está presente a través de sus cartas. Como toda situación es un choque de fuerzas donde en los primeros tramos el oponente es Carlos, el hijo médico. Al final todos los hijos muestran el fracaso de sus sueños y sus esperanzas y la situacón se vuelca en una metáfora muy usada en estos días: la del escenario como un espejo que refleja múltiples matices pero con pérdida de identidad emocional.
Con el Libro Origianl de Aída Bortnik, direccion Marcelo Cosentino y la actuación de: Alejandro Fiore, Anabel Cherubito,Mirian Lanzoni y Pablo Yotich.
Vestuario: Laura Kichquie

Anabel Cherubito en "Tendencia Hombre" estilismo por Laura Kichquie







Revista tendencia Hombre
numero 50 abril 2009
foto: Ale Bascuas
Estilismo: Laura Kichquie

Anabel Cherubito en Playboy Estilismo por Laura Kichquie










Anabel Cherubito, la "gallega" que calentó PLAYBOY

Con una voz sensual que ratonea a miles de argentinos y un cuerpo con curvas excelentes, demostró su gran faceta artística el año pasado en la obra "Mister New York".
Comenzó estudiando teatro en Barcelona, en el Instituto del Teatro y en el Instituto Fedora de Aberastur.
Se hizo conocida en Argentina por su aparición en el programa "Atorrantes". También tuvo el privilegio de que la llamaran para conducir los premios "Viña del Mar".
A pesar de ser una excelente notera, ella se considera una muy buena actriz y así desea terminar su carrera.
Por el momento reviví el back de fotos para PLAYBOY y el video de Stripdance que hizo cuando participó en ShowMatch.

Foto: Luis Sens
Estilismo: Laura Kichquie

"Swingers" vestuario Laura Kichquie









Swingers
De Marcelo Cosentino, Sebastián Irigo
Vestuario: Laura Kichquie

Tres parejas en crisis.
Tres parejas con fantasías, miedos, rutina.
Tres parejas con los mismos problemas de todas.
Seis personajes buscándose en el otro sin encontrarse nunca.
¿Que nos pasa cuando llega ese momento?
¿A qué nos atrevemos? ¿Dónde están los límites?
¿Qué sacrificarías por amor?

Hombres y mujeres comunes, gente más o menos sola. Parejas tan simples y extraordinarias como cualquiera. Personas que se aman, que atraviesan la vida como pueden, quieren o como les sale.
El amor como conducto, la contradicción como motor y el sexo como combustible.

Observamos por el ojo de la cerradura de la privacidad a estos personajes, capturados en la intimidad de aquellos fragmentos del pasado que delatan esas decisiones que nos marcan, que nos duelen, y que nos besan.
Sencillamente vidas que se buscan, se desean, se rechazan, se comparten.
El presente los cruza en un encuentro swinger. Allí los motivos son diferentes y las excusas también.
El final muestra la cara auténtica, la que sospechamos y a veces elegimos.




"La Sarten por el mango" vestuario: Laura Kichquie


La sartén por el mango
De Javier Portales
Vestuario: Laura Kichquie

"La sartén por el mango" es sin duda un clásico del teatro argentino, escrito por Javier Portales y puesto en escena por primera vez en la decada del ´70, llegó a convertirse en una de las obras más exitosas de la época. Hoy, treinta años despues, una de las obras más polémicas de la historia teatral de nuestro país, que fue censurada por el gobierno militar de la época, vuelve a subir a la marquesina. La compañia "Los otros", presenta esta remake con un elenco de talentosos actores y bajo la dirección del reconocido actor y director Marcelo Cosentino. La obra trata, sin escrúpulos, los temas que definen al ser humano: sexo, amistad, soledad, familia, y sobre todo hipocresía, una hipocresía muy argentina, muy dolorosamente nuestra. Personas socialmente anestesiadas, viviendo sin prisa, convencidos de poseer inmunidad eterna, desconociendo que parte de su destino está en esa milésima de segundo que empieza ahora, ó en la que ya pasó. Este es un viaje en el que los seres se cierran a lo posible, a lo esperado, hasta que se anula la esperanza...


Ficha técnico artística

Autoría: Javier Portales
Actuan: Marcelo Cosentino, Mariela Fernández, Agustina Lecouna, Gonzalo Garcia Luna, Isabel Macedo, Gastón Marquéz, Lara Ruiz, Claudio Salama, Leonardo Strazzulla
Vestuario: Laura Kichquie
Ambientación: Marta Luna
Diseño de luces: Ricardo Rodríguez Miró
Asistencia de dirección: Patricio Comastri
Prensa: Celeste Ruiz, Gabriela Urquiza
Coordinación de producción: Gonzalo Garcia Luna
Dirección de arte: Lara Ruiz
Dirección: Marcelo Cosentino


Laura Kichquie encargada del vestuario de "Pirañas" Critica de "La Nacion"






Vestuario: Laura Kichquie



Pirañas (Speed-the-Plow), de David Mamet, en versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Intérpretes: Gerardo Romano, Carolina Papaleo y José María Muscari. Vestuario: Laura Kichque. Escenografía: Lorena Ditro. Diseño de luces: Roberto Traferri. Música: Javier López del Carril. Dirección: Marcelo Cosentino. Producción general: Javier Faroni. En La Comedia, Rodríguez Peña 1062. Duración: 75 minutos.
Nuestra opinión: buena

Especular con que al público le gusta lo fácil porque brinda un resultado exitoso en materia económica es lo que hace un reciente promovido productor de cine. No tiene otro talento que el de una verborrea que parece desplazar cualquier razonamiento lógico. No importan los contenidos de sus productos, sino la posibilidad de contar la misma historia con nuevas y convocantes caritas.

Este es el punto de partida de esta pieza de David Mamet que, si bien revela la misma sintaxis de otras obras, no alcanza la profundidad de American Buffalo o Glengarry Glen Ross . Pero de cualquier forma se reconoce la pluma del autor en esta sátira sobre personajes hollywoodenses, por el uso de un lenguaje coloquial, por los momentos poéticos (breves, en esta oportunidad), por lo reiteradamente escatológico y chocante, mientras deja volcar una mirada sarcástica con mucho humor. Sus obras provocan en el espectador una reflexión sobre el comportamiento de los hombres que se manejan con una falta de ética y, al mismo tiempo, con la mayor impunidad.

Decidir entre un tema conocido o una pieza que permita raspar la superficialidad e introducirse en disquisiciones que cuestionan la propia existencia humana es la disyuntiva que se le presenta al productor cuando tiene que elegir un guión. No tarda mucho en decidirse, inducido por un ansioso y ambicioso aprendiz de producción que ve en esta película la posibilidad de trepar en la escala laboral. Claro que no iba a contar con la presencia e influencia de una secretaria temporaria que va a cambiar la historia y provocar agresivos enfrentamientos verbales.

Elenco apropiado
Para encarnar a estos tres personajes, el director Marcelo Cosentino acertó en la elección de los actores, por lo que cada uno de ellos pudo aportar. Por este motivo, puede decirse que tanto Gerardo Romano como Carolina Papaleo y José María Muscari son los actores perfectos para esta obra de Mamet.

Romano, por la variedad de recursos que posee para manejarse en los límites extremos y volver a un estado de aparente serenidad que esconde mucho de cinismo. Papaleo aporta sensualidad sin caer en esquemas facilistas. Finalmente, Muscari, quien muestra una acertada ductilidad actoral para componer a su personaje gay, histérico, neurótico, que muchas veces recurre a un registro tan extremo que corre el riesgo de caer en una caricatura.

De la escenografía y el vestuario sólo puede decirse que son los idóneos para esta puesta, con diseños que resultan muy apropiados y atractivos. Otro tanto cabe para la iluminación que no demandó mayor exigencia.

Marcelo Cosentino logra un aceitado tempo para que, a pesar de las reiteraciones del texto, el ritmo de las acciones no decaiga. El mismo cuidado que tuvo para contener a los actores con personajes que hubieran permitido un fácil desborde. .

Susana Freire